CITA BÍBLICA:
Mateo 22: 16
Y le enviaron los discípulos de ellos con los herodianos, diciendo: Maestro, sabemos que eres amante de la verdad, y que enseñas con verdad el camino de Dios, y que no te cuidas de nadie, porque no miras la apariencia de los hombres.
PARA MEDITAR:
¡Que gran hombre fue Cristo en esta Tierra! admirado aún por sus enemigos. ÉL es nuestro modelo y a eso debemos aspirar, la Biblia nos enseña que nuestra meta es llegar a la estatura del varón perfecto.
Y en este versículo vemos tres cosas que tenía Cristo:
1 Amante de la verdad. Así nuestro corazón debe anhelar conocer y guardar su palabra en todo momento de nuestra vida, sin apartarnos de ella a diestra ni siniestra, como dice el salmista ¡Oh cuánto amo yo tu ley, todo el día es ella mi meditación!
2 Enseñar con verdad. Uno de los principales mandamiento es id y haced discípulos, entonces necesitamos conocer su palabra y enseñarla fielmente, sin quitar ni añadir nada y lo más importante, enseñarla con nuestra misma vida, ser ejemplos de vida.
Hoy día hay una gran carencia de maestros verdaderos y también hay muchos cristianos que no son congruentes con lo que dicen que son y con lo que hacen, lo cual ha traído desprecio en lugar de admiración, por el nombre de Cristo.
3 No te cuidas de nadie. Cristo no le temía a nada ni a nadie, Él estaba bien seguro de lo que hacía y lo que decía, a quien lo decía y como lo decía, porque agradaba a Dios en todo, antes que a los hombres y antes que a sí mismo, entonces nuestro temor de Dios, nuestra conciencia de Dios, nuestra verdadera adoración al Señor, debe aumentar cada día para que podamos así como Cristo no cuidarnos de nadie.
Dios quiera que vayamos a madurez y nuestra vida dé honra al Señor para que el enemigo se avergüence
Para reflexionar:
· ¿Qué es lo que amas más, las apariencias o lo verdadero?
· ¿Qué estás enseñado a los demás, qué legado estás dejando?
· ¿Sabes lo que es tener temor de Dios?
Orar por:
· Que permitamos que Dios nos moldee para ser vasos de honra
· Que seamos verdaderos adoradores en espíritu y verdad
· Que seamos verdaderos discípulos y hagamos discípulos
Alabanza: No hay otro nombre igual