Cita bíblica:
2 Corintios 2:14-16
Mas a Dios gracias, el cual nos lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús, y por medio de nosotros manifiesta en todo lugar el olor de su conocimiento. Porque para Dios somos grato olor de Cristo en los que se salvan, y en los que se pierden; a éstos ciertamente olor de muerte para muerte, y a aquéllos olor de vida para vida. Y para estas cosas, ¿quién es suficiente?
Para meditar:
Cuando pensamos en como Dios manifiesta el olor de su conocimiento, Dios mismo nos dice que es el olor grato de Cristo. Que hermoso e interesante es entender que la importancia de tener intimidad con Cristo a través de la oración, la lectura de su palabra y alabarle, nos permite estar en constante comunión con nuestro Salvador, nos permite conocerle más y más cada momento, entonces esto nos ayuda a parecernos cada día más a él.
Que el carácter de Cristo sea formado en nosotros depende de cuanto le conocemos íntimamente, de cuanto estamos llenos de él en nosotros para parecernos a nuestro amado Cristo.
Entonces podremos desprender una dulce fragancia, que, con nuestro paso, nuestra presencia, aun nuestra voz refleje a Cristo y mostremos al Dios vivo a todo aquel que está cerca de nosotros.
¡¡Hoy te Animo!! Llénate del conocimiento de tu Dios, busca una intimidad con tu Señor para poder manifestar la dulce fragancia de Cristo a través de ti a todos los que te rodean y puedas traer Vida.
Preguntas para reflexionar:
¿Hasta el día de hoy, que ha impedido que busques conocerle más y llenarte de Cristo?
¿Crees importante tener intimidad con tu Señor y Cristo a través de la oración, lectura de su palabra y alabarle?
¿Todos los que te rodean, en casa, trabajo, escuela, iglesia, supermercado o cualquier lugar perciben la dulzura de Dios?
Orar por:
Padre y Señor nuestro, ayúdanos a poder ser constantes en buscarte y anhelar conocerte.
Alabado sea tu nombre Señor, ayúdanos a que a través de nuestra vida podamos manifestar la Dulce fragancia de Cristo.
Padre, permítenos ser portadores de vida para traer a vida a todos los que nos rodean.
A través de Nuestro Señor Jesucristo para llevarnos de triunfo en triunfo.
Alabanza: