Cita bíblica:
Filipenses 4:7
Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
Para meditar:
Paz: permanecer en calma y serenidad, ausencia del conflicto entre lo que vemos con nuestros ojos y lo que creemos.
En 2 Reyes 4:18-37 encontramos un ejemplo de Paz. La mujer sunamita fue bendecida con hijo; sin embargo, pasado un tiempo enfermó y murió en las rodillas de ella. Ella no perdió el control, la biblia no dice que lloró ni gritó, sólo pensó en ir por el hombre de Dios que había orado por ella para que tuviera a ese hijo, confiando que sí ese hombre de Dios volvía a orar, su hijo resucitaría.
¿Qué le permitió a la mujer tener paz? Su fe, sus ojos vieron a su hijo morir, pero ella creía que Dios podía darle vida otra vez.
Esta paz que la sunamita experimentó también la podemos experimentar nosotros; Jesús nos dijo:
Juan 14:27
“La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo”
O sea que en cualquier situación que vivamos, por difícil que sea, tenemos la paz que Jesucristo nos dejó. Sin embargo, por experiencia propia sé que no siempre hay paz cuando estamos en medio de una prueba difícil, ¿Por qué? Porque nuestra mente está puesta en lo que nuestros ojos ven y no en nuestro Dios, porque estamos pensando en todas las posibilidades negativas o estamos atentos en las voces que nos dicen que toda ira mal, que no podemos, que no hay manera, etc.
Así que la siguiente pregunta es ¿Cómo obtengo la llenura de Paz?
Filipenses 4:6-9
Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús. Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad. Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros.
Así pues, son dos cosas las que necesitamos hacer para tener paz: primero, orar, poner delante de Dios todas vuestras peticiones y segundo, mantener nuestros pensamientos en la Verdad.
Preguntas para reflexionar:
¿Qué está robando la paz que Jesús me dejó?
¿Qué tipo de pensamientos hay en mi mente?
¿Cómo podría ayudar a alguien más a tener paz?
Orar por:
Orar porque Dios me revele que me quita la paz que Él ya me dió.
Orar porque pueda entregar a Dios ese motivo, y mi mente sea limpia de todo pensamiento contrario a Él.
Orar para que yo sea ayuda a las personas que no tienen paz.
Alabanza: "Paz"