Cita Bíblica:
Hechos 6:8
Y Esteban, lleno de gracia y de poder, hacía grandes prodigios y señales entre el pueblo.
Para meditar:
Esteban fue escogido como uno de los siete diáconos en la iglesia de Jerusalén y era un varón con la plenitud de Cristo, con buen testimonio, lleno del Espíritu Santo, de sabiduría, de fe, de gracia y de poder.
El poder de Dios que había en su vida era para hacer grandes prodigios y señales para que el Evangelio se extendiera empezando por Jerusalén, como Cristo se los había dicho que sucedería al recibir el poder del Espíritu Santo.
Hoy día tenemos el bautismo del Espíritu Santo y podemos hablar en otras lenguas, como los apóstoles lo hicieron al principio, pero necesitamos buscar esa llenura de poder cada día más para ser como Esteban y que las señales de Marcos 16:17-18 se manifiesten en plenitud en nuestras vidas con el propósito único y final de traer gloria al nombre del Señor.
Y para tener este poder, lo que la Biblia nos enseña es gloriarnos en nuestras debilidades.
2 Corintios 12:9
Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.
Seguramente Esteban no confiaba en sus capacidades, sino solamente en la gracia de Dios y por lo tanto podemos deducir que era un hombre con un corazón muy humilde y manso como el de Cristo para poder hacer las obras poderosas que ejecutó.
Entonces tenemos el proceso siguiente: Humildad da Gracia, Gracia da Poder.
Santiago 4:6
Pero él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes.
Quitemos, pues, todo orgullo y soberbia que haya en nuestros corazones y que muchas veces no nos damos cuenta de que lo tenemos. Utilicemos este ayuno para descubrir si hay soberbia en nosotros, y que sin esa soberbia el poder de Dios pueda fluir en abundancia en nuestras vidas, así como lo hizo en Esteban, uno que fue grande en el reino de Dios, por servir a todos.
Preguntas para reflexionar:
¿Del 1 al 10, cuánto poder de Dios hay en tu vida?
¿Has aprendido a gozarte en las debilidades, para poder entonces tener poder?
Orar por:
Que tengamos un corazón lleno de humildad y vacío de orgullo
Que aprendamos a servir y no ser servidos, dejando que Dios moldee e intervenga en nuestro yo, para desarraigarlo y que solo mostremos la humildad del Señor.
Alabanza: "Cadenas romper"
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