Cita bíblica:
Busqué a Jehová, y él me oyó,
Y me libró de todos mis temores. Salmo 34:4
Para meditar:
Mucho se habla acerca de que el año 2020 sería conocido como el inicio de un cambio radical de todos los aspectos de la vida cotidiana, y las grandes dificultades en las que la humanidad se encuentra hoy es porque no estábamos preparados (hablando en lo humanamente posible), para enfrentar una contingencia como ésta. Si bien es cierto la humanidad ha conseguido muchos avances tecnológicos, en ciencia, salud, igualdad social, acuerdos de paz entre naciones, etc. (la lista es enorme). Sin embargo, la reciente pandemia ha dejado claro cuan frágil es la vida humana.
Y a veces eso mismo ocurre en nuestras vidas, hemos hecho grandes esfuerzos, quizá sacrificado muchas cosas que parecen importantes, y sin embargo los resultados no parecen ser los que se esperaban, y es muy probable que más de una vez podríamos cuestionarnos si ha valido la pena.
En lo presente la mayoría de nosotros hemos tenido que detener o al menos bajar el ritmo de nuestras vidas, poner en perspectiva en donde nos encontramos y tomar decisiones acerca de donde nos queremos dirigir; podemos continuar en la misma dirección por donde veníamos esforzándonos por alcanzar nuestros planes y propósitos, o bien podemos volvernos a lo único seguro en nuestras vidas, la salvación de nuestro Dios, y rendir nuestras vidas a nuestro Señor. Cualquiera que sea nuestra decisión estará motivada por lo que hay en nuestro corazón.
Una vez escuche que no somos grandes hombres y mujeres de Dios, sólo somos hombres y mujeres con un gran Dios. Probablemente hemos obtenido logros en nuestras vidas, que producen buenos resultados, pero este es el día en que debemos fijar nuestra miranda en lo alto, esforzarnos en la gracia de Dios y el resultado de ello será una herencia gloriosa, cuyo valor está muy por encima de cualquier tesoro en esta tierra. El propósito de Dios en nuestras vidas es superior a cualquier meta humana que nos hayamos puesto, por lo tanto, cuando decidimos someternos a la voluntad de Dios seremos dichosos.
La tierra ha sido herida con maldición y la palabra de Dios sigue siendo fiel y sus pensamientos aún siguen siendo de bien, y Dios ha usado este acontecimiento para que el corazón de los hijos vuelva al de los padres y el de los padres a los hijos. El Salmo 34 es una expresión maravillosa del corazón de Dios para los que confían en Él, y que nuestro corazón tome aliento sabiendo que los ojos de Jehová están sobre los justos y sus oídos atentos a nuestro clamor. Este es el tiempo justo para volver a las sendas antiguas, a nuestro primer amor y dejar que nuestro Padre se encargue de todo aquello que ha traído preocupación, angustia, miedo, etc., a nuestras vidas.
Gustad, y ved que es bueno Jehová;
Dichoso el hombre que confía en él. Salmo 34:8
Para reflexionar:
· ¿Estoy satisfecho con lo que he logrado en mi vida?, ¿y cuales son las cosas que creo que aún me faltan para ser una persona plena?
· ¿Qué lugar ocupa Dios en el mis planes presentes y futuros?
· ¿Qué necesito cambiar para que Dios sea el primer lugar en todo?
Orar por:
· Que pueda construir una relación tal con Dios, que al ser Él el centro de todo, sea su propósito, y no el mío el que se cumpla en mi vida.
· Que pueda tener tiempos en oración y buscar la presencia de Dios cada día más
Alabanza: Dios en todo tiempo
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