Cita bíblica: El que guarda la ley es hijo prudente; Más el que es compañero de glotones avergüenza a su padre.
Proverbios 28:7
(Ver también: Rom 14:20; 1 Cor 8:13; Jn 6:27; Jn 4:34)
Para meditar:
Los medios de información han inundado la sociedad con esta verdad distorsionada. Dios estableció para el pueblo de Israel una dieta rigurosa que lo guardo de enfermedades y para su Iglesia estableció una dieta sabia, comenzando por aprender a tener dominio sobre nuestra manera de comer. Uno de los grandes retos de los hijos de Dios es comer nutritivamente y en las cantidades que el cuerpo requiere, no por gula, ansiedad, vergüenza o glotonería.
En este tiempo que estamos en ayuno podemos ver con claridad que nuestra fortaleza es Dios y no la comida, que Su voluntad nos sacia y que el comer con sabiduría trae un bienestar especial a nosotros y a los que nos rodean.
Preguntas para reflexionar:
¿La forma en la que como prolongará mis días de vida?
¿Se poner freno a mi apetito cuando me siento satisfecho?
¿Mi forma de comer es ejemplo para otras personas incluyendo a mi esposo(a) e hijos?
Orar por:
Dios me de sabiduría para comer nutritivamente
Dios me de dominio propio para comer las cantidades necesarias
Que el hacer Su voluntad sea más importante que la comida física.
Alabanza del día: “Grande eres Dios”