Cita bíblica:
¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?
1ª. Cor. 6:19
(Ver también: Prov. 22:11)
Para meditar:
Necesitamos aprender a ser cuidadosos con las cosas que Dios pone a nuestro cargo. Nuestro cuerpo necesita limpieza, desde la punta del pie hasta la parte más alta de nuestra cabeza. Como hijos del Rey necesitamos asearnos, aun nuestro aroma, cuidado personal, limpieza de ropa, cuidado del cabello, limpieza de los dientes, etc., etc., debe reflejar a Cristo.
Cuando valoramos el cuerpo que Dios nos dio, lo consideraremos un privilegio, lo cuidaremos y podremos notar que la limpieza y el orden en nuestro exterior, es un claro reflejo del interior.
Preguntas para reflexionar:
¿La limpieza y cuidado del exterior refleja lo que Dios ha hecho en mi interior?
¿Mi aseo personal es testimonio para otras personas?
¿Tengo cuidado del aseo de mis pies, dientes, uñas, cabello?
Orar por:
Que Dios me permita cuidar mi cuerpo con sabiduría.
Tener buenos hábitos de limpieza y orden en mi cuerpo.
Que la limpieza de mi exterior sea un fiel reflejo de lo que Dios ha hecho en mi interior
Alabanza del día: “Glorioso”