Cita bíblica:
“Y le llevó a Jerusalén, y le puso sobre el pináculo del templo, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, échate de aquí abajo; porque escrito está: A sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden; y, en las manos te sostendrán, Para que no tropieces con tu pie en piedra.
Respondiendo Jesús, le dijo: Dicho está: No tentarás al Señor tu Dios.”
S. Lucas 4:9-12
Para meditar:
Nuestra voluntad debe estar en completa sincronía con la voluntad de Dios.
Y eso sólo será posible cuando apliquemos el principio de muerte, sepultura y resurrección.
El ayunar debilita nuestro cuerpo y así nuestra alma debe de dejar toda su fuerza y resistencia contra la voluntad del Señor.
Y de dejar de tratar muchas veces de quererle torcer la mano a Dios, para que se haga lo que queremos y cuando lo queremos.
Así el pueblo de Israel pidió carne, tentando a Dios en el desierto y Dios se los concedió, pero se hastiaron de ello.
Cristo venció la tentación de Satanás de que Cristo tentara a su Padre, no haciendo algo que podía hacer, pero no debía hacer.
Preguntas para reflexionar:
¿Todavía quieres hacer tu voluntad sin consultar a Dios?
¿Consideras que hacer tu voluntad es su Orden Divino?
¿Ya te agrada hacer más su voluntad que la tuya?
Orar por:
Orar por que tu corazón lata al mismo ritmo que el del Señor.
Orar para que en este ayuno tengamos una férrea voluntad hacia las cosas de Dios.
Orar para no tentar a Dios.
Alabanza: Amo hacer tu voluntad