10. Alma mía bendice a Jehová

Cita Bíblica:

Sal 103:1-6

Bendice, alma mía, a Jehová, Y bendiga todo mi ser su santo nombre.

2 Bendice, alma mía, a Jehová, Y no olvides ninguno de sus beneficios.

3 El es quien perdona todas tus iniquidades, El que sana todas tus dolencias;

4 El que rescata del hoyo tu vida, El que te corona de favores y misericordias;

5 El que sacia de bien tu boca De modo que te rejuvenezcas como el águila.

6 Jehová es el que hace justicia Y derecho a todos los que padecen violencia.

Para meditar:

En el caminar con Cristo es común que haya momentos en que nuestra alma sienta que no puede continuar, que es una carrera difícil. Y puede ser algo real que estés viviendo: una enfermedad, problemas económicos, soledad, relaciones complicadas; situaciones o pruebas que te agobian y te hacen pensar que no puedes seguir.

Mas tenemos un recurso en la palabra de Dios, el Salmo 103 nos enseña que podemos hablarle a nuestra alma cuando está cansada, abatida o triste; podemos decirle: “Alma mía bendice a Jehová” y entonces traer a nuestra memoria los beneficios que hemos recibido de Dios.

Al numerar conscientemente las bendiciones que Dios nos ha dado, entonces nuestra alma deja de enfocarse en la dificultad presente y no puede más que agradecer y alabar a Dios; Es cierto que hacerlo no hará desaparecer tu problema instantáneamente o te hará salir de la prueba de inmediato. Pero, recordaras quien es tu Dios.

Así que, en los momentos difíciles del día a día, habla a tu alma, recuérdale quien es Él, que en Él hay bien, perdón, sanidad, salvación, favor, misericordia, fuerza, justicia, AMOR; y, aun si estas pasando por momentos felices, si su promesa llego a cumplimiento o ya respondió tu oración; entonces también di: “Alma mía bendice a Jehová…”

Preguntas para reflexionar:

Cuando estas en pruebas, ¿Hablas a tu alma?, ¿Qué le dices?
¿Estas alabando a Dios con todo tu ser?
¿Qué necesitas recordarle hoy a tu alma sobre tu Dios?

Orar por:

Que Dios fortalezca tu alma este tiempo y seas capaz de bendecirlo SIEMPRE.
Que Dios traiga a tu memoria todos los beneficios que te ha dado y te dé un corazón agradecido.

Alabanza: Bendice alma mía, al Señor