Cita bíblica:
1ra. Juan 3:18
"Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad".
Para meditar:
El amor no es un sentimiento sino una decisión, y esa es la razón por la que el mundo no puede comprender el sacrificio de nuestro Señor Jesucristo al dar su vida por ti y por mí. Su amor es incondicional, y para dejarlo muy claro nos dio la muestra de amor más hermosa y maravillosa al dar su vida en la cruz del calvario, lo cual sólo puede significar una cosa, “una entrega total”.
Amar a los que nos aman parece algo sencillo, pero amar a alguien que te ha fallado y decepcionado lo vuelve complicado, pero la Escritura nos enseña de una forma muy clara que, el que ama a Dios, también debe amar a su hermano.
En 1 Juan 4:21 dice: "Y nosotros tenemos este mandamiento de él: El que ama a Dios, ame también a su hermano"
Eso incluye no sólo a los que nos aman sino también a los que no nos han dado motivos para hacerlo.
Cuando servimos a alguien más, sin esperar nada a cambio, estamos mostrando amor, incluso si esa persona no corresponde o no lo merece. El amor transforma vidas, sana corazones rotos, venda las heridas más profundas, provee confianza y seguridad, y lo sabemos porque eso es lo que Cristo Jesús hace con nosotros cada día de nuestras vidas, recuerda que cuando necesites gracia para amar de verdad a alguien, puedes voltear a ver la cruz para amar como Cristo nos ama.
Amar de palabra no es suficiente, nuestras acciones deben reflejar ese amor, esforzándonos por hacer florecer nuestra relación con nuestras familias, hermanos y amigos, aprendiendo a desprendernos de nuestros recursos, tiempo, etc., incluso si eso nos lleva a poner la vida por los demás.
Juan 15:13
"Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos"
Preguntas para reflexionar:
· ¿Hay algo que me impide amar a los demás honestamente?, ¿Qué cosa es?
· ¿Qué muestras de amor podría dar a aquellos que me han dañado?
· ¿Cómo estoy enseñando a otros a amar sin fingimientos?
Orar por:
· La forma en que exprese amor a mi familia, hermanos y amigos sea una forma de atraer sus vidas a la presencia de Dios.
· Que pueda perdonar y pedir perdón a aquellos que me han lastimado o que he lastimado.
· Que la manifestación del amor de Cristo sea una forma de vivir.
Alabanza: “Amor sin condición”
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