Plantados junto a corrientes de aguas
Cita bíblica: Isaías 55:1
A todos los sedientos: Venid a las aguas; y los que no tienen dinero, venid, comprad y comed. Venid, comprad sin dinero y sin precio, vino y leche.
Para meditar:
Si la Puerta de las aguas nos habla de vida abundante, fresca, con vigor, llena de fruto y prosperidad, ¿Cuál es el secreto para que esto sea una verdad completa en nuestro corazón y podamos tener esa vida que lleva fruto abundante todo el tiempo?¿Por qué Isaías nos dice que es sin dinero? El salmista nos enseña que en el Sal 1:2-3 un hermoso secreto para llegar a este momento de fortaleza en nuestras vidas, deleitarnos y la meditación de día y de noche. ¿Qué es meditar en la palabra? No es sólo leerla, sino recordar durante todo el día, estar pensando y preguntándole al Señor como poder aplicarla y hacer lo que él nos ha dicho; si es para nosotros o para alguien más.
¿Quieres dar fruto y prosperar aún en este tiempo tan difícil que nos ha tocado vivir, en medio de tanta adversidad? Para ser como árboles plantados junto a corrientes de aguas necesitamos deleitarnos y meditar en la Palabra de Dios. El segundo secreto es deleitarnos, amarla, desear en verdad estar conociendo el corazón de Dios cuando la leemos, saber que los secretos no sólo son para una vida abundante llena de respuestas, sino para entender que es el corazón mismo de Dios que nos quiere hablar y enseñar, para que podamos tener la mente de Cristo, y podamos ser y pensar como él, y hacer las cosas con bendición completa. Llevar fruto todo el tiempo. Que hermoso sería poder estar llenos de esa sabiduría y ciencia de lo alto para cada cosa que nuestra mente pregunta, para que cada anhelo de nuestro corazón esté en el corazón de nuestro amado Dios. Cristo mismo permitiéndonos ser como él, un poco cada vez más.
Woooow ¡Te ánimo para anhelar y amar de esa forma su palabra, tener pasión por conocer y entender el corazón de Cristo!
Preguntas para reflexionar:
1. ¿Es la palabra de Dios tu mayor deseo, anhelas escucharle a cada momento?
2. ¿Qué áreas de tu vida necesitan la sabiduría de tu Dios?
3. ¿Estas llevando fruto abundante a cada paso?
Orar por:
• Pedir a Dios que mi corazón se deleite en escucharle al leer su palabra.
• Que mi corazón ame profundamente escuchar y entender su voz cada día.
• Que no solamente busque respuestas para mí, sino también para otros que lo necesiten.
• Que el fruto abundante de su palabra se vea en mi vida.
Alabanza: La bondad de Dios