top of page
Foto del escritorPastor De Amor

Día 8: El don de profecía y el de servir

Cita bíblica:

Romanos 12:6-7

"De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada, si el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe; o si de servicio, en servir; o el que enseña, en la enseñanza"


Para meditar:

Es una bendición formar parte del cuerpo de Cristo y ser establecido en una iglesia local, donde tenemos la oportunidad de edificarnos los unos a los otros. Un tiempo de ayuno como congregación es una forma de clamar juntos al Señor por propósitos específicos. Según la gracia que nos es dada, puede ser mediante el don de profecía en la Iglesia.


El don de profecía como don vocacional, es una gracia que Dios da a los creyentes nacidos de nuevo para comenzar a servir en la Iglesia local, se puede manifestar mediante cántico nuevo, sueños, visiones y profecía, para edificación, exhortación y consolación (1 Corintios 14:3), palabras que traen vida a la iglesia al confortar, animar, refrescar; impulsa al crecimiento personal mediante la mutua edificación.


El tiempo de ayuno, hace que nuestra carne mengüe para que nuestro oído sea más sensible a la gracia de Dios y que sea el Espíritu Santo hablando y no las emociones del hombre. La profecía como vocación se usa conforme a la medida de fe, para este caso la fe a la cual se refiere es la fe doctrinal, de manera que la profecía como don vocacional requiere escudriñar la palabra, y si bien es inspirada por Dios, tendrá un fuerte fundamento en la palabra, sin que ello represente un llamamiento mayor.


Por otra parte, el servir es una gracia necesaria en la Iglesia, es parte del dar de Cristo, Jesús nos puso ejemplo, identificaba una necesidad y la suplía, así también nosotros podemos pedir a Dios en este tiempo de ayuno por esa sensibilidad, para identificar necesidades y poner en práctica los dones que Dios nos ha dado en algún área de servicio y ser las manos del Señor en la congregación. Hay diversas formas en que podemos servir a los hermanos, quizá llevando a su casa alguien que no tiene transporte, ayudándole con alguna cuestión práctica, incluso sirviendo con alguna habilidad profesional que hayamos desarrollado, y entonces echar mano de la libertad a la que hemos sido llamados para servirnos los unos a los otros por amor (Gálatas 5:13).


Vamos adelante en este tiempo de ayuno, de tal manera que seamos fortalecidos en el servir, que nuestra motivación sea el amor y agradar ante todo al Señor, porque hacemos las cosas como para Dios y no como para los hombres, y nuestro amor se manifieste en la excelencia en el servicio.


Preguntas para reflexionar:

· ¿En qué medida he buscado ser sensible a la gracia de Dios para profetizar?

· ¿Qué dones me ha dado Dios como para servir?

· ¿Qué me ha limitado como para profetizar o servir en la Iglesia?


Orar por:

· Ser más sensible a la gracia de Dios para profetizar acorde a su palabra.

· Que este ayuno me ayude a escudriñar las escrituras para ensanchar mi medida de fe.

· Porque Dios me ayude a servir como él quiere y a quién él quiere, comenzando por mi casa y luego la Iglesia.


Alabanza: “La casa de Dios”









112 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Comentarios


bottom of page