Cita bíblica:
Romanos 12:6-8
"6De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada, si el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe; 7o si de servicio, en servir; o el que enseña, en la enseñanza; 8el que exhorta, en la exhortación; el que reparte, con liberalidad; el que preside, con solicitud; el que hace misericordia, con alegría."
Para meditar:
En este día meditaremos en 2 de los dones vocacionales (Romanos 12:7b-8a): enseñanza y exhortación.
En primer lugar, debemos reconocerlo, ¡es un don ENSEÑAR¡, como todos los dones dados por el espíritu Santo, este también tiene dos componentes que lo hacen funcionar, uno celestial dado por la gracia y otro humano al disponer la voluntad para llevarlo a cabo.
Además, este don requiere de preparación, requiere que primero seas tu lleno de la Gloria de Su Palabra, para que puedas transmitirla a otros.
Estamos en una época donde la información, se transmite a velocidades y en cantidades que nunca antes se habían visto, esto no es enseñar, por lo menos no cómo el Señor lo requiere. En 1 Timoteo, Pablo menciona 7 veces la palabra enseñanza (3:2, 4:6, 4:11,4:13,5:17, 6:2,6:3) y podemos identificar la característica de la enseñanza Bíblica:
Enseña las cosas de Dios, CONFORMARSE a las sanas palabras de Jesús (lo que está en la Biblia), hablar verdad.
Enseña a la manera de Dios, RETENER la palabra fiel, de manera amable, siendo congruente, no contencioso
Enseña en el tiempo de Dios, OCUPATE de la enseñanza, mantente ocupado, aprovecha cada oportunidad para mostrar más de Dios, estar preparado para el momento que se requiera.
Enseña con la ayuda, los recursos de Dios. ENCARGA a hombres fieles, la enseñanza nos ayuda a multiplicarnos y a crecer como cuerpo.
La enseñanza debe de llevarnos a profundizar cada vez en el conocimiento de Dios.
Debemos de cuidar en no ser superficiales, hipócritas, que hagamos mezclas de modelos del mundo con la Palabra de Dios, que no seamos incongruentes, que no seamos neófitos de las cosas de Dios. Tenemos una gran responsabilidad de hacer lo que enseñamos
Mt 23:3 "Así que, todo lo que os digan que guardéis, guardadlo y hacedlo; mas no hagáis conforme a sus obras, porque dicen, y no hacen."
Al enseñar sirves a Dios y al cuerpo de Cristo.
El segundo don es el de exhortación, erróneamente en el pueblo de Dios, cuando escuchamos exhortar lo relacionamos con un regaño, “le leyó la cartilla, lo exhortó”, debemos de cambiar radicalmente esa definición, ya que el verdadero significado es diferente, de la referencia Strong 3874 “paraklesis” misma raíz de la palabra Consolador (usada para describir la función del Espíritu Santo) la exhortación tienen como base dar ánimo, estimular, apoyar, consolar, es una expresión de amor, es dar ese “empujoncito de parte de Dios” que permite que sigamos en el camino del Señor a pesar de las pruebas y desiertos. ¡¡Anímate hermano!! Vale la pena seguir al Señor, es buen negocio hacerlo, la paga es eterna.
Preguntas para reflexionar:
·¿Qué tienes para enseñar de Cristo?
·¿Qué impide que lo hagas?
·¿Qué palabras y actitudes puedes usar para exhortar, animar, consolar a la gente con la que convives?
Orar por:
· Que seamos llenos de la Palabra de Dios
· Que sea el amor la motivación para enseñar.
· Que enseñemos con congruencia.
· Que usemos recursos espirituales para animar a creyentes y no creyentes a vivir en la Voluntad del Señor.
Alabanza: “Por tu gracia”
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